domingo, 9 de enero de 2011

Mensaje cifrado


A veces pierdo el guante de la mano derecha:
lo olvido sin razón repetitivamente
en distintos lugares
que luego no recuerdo.
He llegado a pensar 
que me gusta invertir mis horas
en buscarlo.
En ciertas circunstancias
es conveniente dedicarse a actividades
inocentes:
rastrear extravios previamente dispuestos
por inconscientes estrategias
que improvisa el olvido
y consignarlos luego
en minuciosos
inventarios de nada.
Sólo perder un guante,
obstinarse en la niebla
con un clarividente instinto del absurdo.
                                                            Amparo Amorós


1 comentario:

Anónimo dijo...

Preciosa, perder un guante no es nada, lo importante es no perder la ilusión de la búsqueda. Tú sigue adelante que eres la única que ha sido capaz de disipar las nieblas de mi absurdo corazón...
Tu admiradora secreta.