El teléfono se ha vuelto mudo
Mi espejo se burla
El buzón sólo escupe cuentas y publicidad
Mi agenda se marchita
Y pasan los días
Las semanas
Los meses
Ya ni me acuerdo de quien soy
ni de donde vengo
Como en un desierto plagado de fantasmas
camino calles atestadas
Pero nadie nadie pronuncia mi nombre...
Silvia Cuevas-Morales.