...El humo es vano y el oro no se mancha,
pero es en todo la verdad vencedero.
Mas a pocos les dio un dios la virtud
hasta el fin. Que no es fácil ser digno.
Porque a uno, a su pesar, le domina
la codicia invencible o el aguijón
poderoso de la taimada Afrodita,
y las rivalidades muy impulsivas.
Quien no pueda durante toda la vida
avanzar por un impecable sendero,
bastará que sea, en lo posible, bueno.
Simónides de Ceos