Qué curioso
hace pocas semanas la Puerta del Sol
se convertía en el símbolo de un movimiento
que aún no había perdido la esperanza
y hoy la policía nos cierra el paso
para que sólo puedan acceder sotanas
y portadores de crucifijos y rosarios
Qué extraño
hace pocos días subieron el precio del metro
para una población aquejada por el paro
y a los turistas de mochilas naranjas
les ofrecen descuentos para que les resulte más barato
Qué raro
que en un Estado supuestamente laico
derrochen miles de euros de los contribuyentes
para recibir a un hombre como si se tratase de un jefe de Estado
y en pleno mes de agosto celebren un vía crucis escenificado con gran boato
Qué curioso
que en mi barrio pidan los papeles al inmigrante por sus rasgos
policías armados y otros de paisanos
y hoy son los mismos que protegen
a unos críos con banderas extranjeras y entonando cánticos
Qué extraño
que vivamos en una democracia
donde la policía reprime a palos a sus ciudadanos
donde la iglesia puede ocupar la Puerta del Sol
y reservar un parque público para sus confesionarios
Qué raro
que unos que predican el amor, la fidelidad, el celibato
hoy festejan las cargas policiales y adoran a su líder
mientras gozan de impunidad para abusar de menores
y los jardines de los conventos están sembrados con fetos abortados
Qué curioso
Qué raro
Qué extraño
Pequeñas contradicciones
en este Estado Laico
Silvia Cuevas-Morales
hace pocas semanas la Puerta del Sol
se convertía en el símbolo de un movimiento
que aún no había perdido la esperanza
y hoy la policía nos cierra el paso
para que sólo puedan acceder sotanas
y portadores de crucifijos y rosarios
Qué extraño
hace pocos días subieron el precio del metro
para una población aquejada por el paro
y a los turistas de mochilas naranjas
les ofrecen descuentos para que les resulte más barato
Qué raro
que en un Estado supuestamente laico
derrochen miles de euros de los contribuyentes
para recibir a un hombre como si se tratase de un jefe de Estado
y en pleno mes de agosto celebren un vía crucis escenificado con gran boato
Qué curioso
que en mi barrio pidan los papeles al inmigrante por sus rasgos
policías armados y otros de paisanos
y hoy son los mismos que protegen
a unos críos con banderas extranjeras y entonando cánticos
Qué extraño
que vivamos en una democracia
donde la policía reprime a palos a sus ciudadanos
donde la iglesia puede ocupar la Puerta del Sol
y reservar un parque público para sus confesionarios
Qué raro
que unos que predican el amor, la fidelidad, el celibato
hoy festejan las cargas policiales y adoran a su líder
mientras gozan de impunidad para abusar de menores
y los jardines de los conventos están sembrados con fetos abortados
Qué curioso
Qué raro
Qué extraño
Pequeñas contradicciones
en este Estado Laico
Silvia Cuevas-Morales